LA TALA DE LOS CASTILLAREJOS, EN EL PUNTO DE MIRA.

En relación a la controversia que se ha generado en los últimos días, el concejal de Medio Ambiente, Pedro Lorenzo, ha explicado qué es lo que está sucediendo en la zona de Algezares y Castillarejos, lugar por el que transcurre la Vía Pecuaria del Cordel de la Flor.

          Se trata de una actuación enmarcada dentro las acciones de adecuación, mejora y clasificación de las vías pecuarias de la Región de Murcia en montes públicos. Esta actuación, realizada por parte de la Dirección General de Patrimonio Natural y Acción Climática de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, corresponde al Plan de Actuación de la Red de Vías Pecuarias de la Región de Murcia que se puso en marcha en el año 2016 y que, además del municipio de Yecla, se desarrolla en 26 municipios más de la Región.

          El objetivo de estas actuaciones en las vías pecuarias, bienes de dominio público  reguladas en la Ley Estatal 3/1995 que establece a las Comunidades Autónomas la competencia en adecuación y mantenimiento, se centra en la delimitación de las vías, la gestión del combustible forestal para reducir riesgos de incendios, su señalización y mejora del entorno de la infraestructura, así como la mejora de la red viaria asociadas a las vías pecuarias. Entre estas labores, se están realizando trabajos de silvicultura orientadas a la prevención de incendios forestales.

          Dentro de estas actuaciones, la que corresponde a la vía pecuaria del Cordel de la Flor del monte de los Castillarejos, consiste en labores de silvicultura en los entornos más próximos a la traza del sendero con el fin de reducir el riesgo de incendios por el tránsito de personas o vehículos, así como permitir el acceso de los vehículos medioambientales en labores prevención de riesgos forestales y extinción de incendios. También se incluyen tareas de mantenimiento de todos los ejemplares, con la poda de las ramas más bajas para alejarlas del matorral, evitando así la propagación de los incendios, si se diera el caso.

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